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AIZA se ha dirigido por carta a la Dirección General de Derechos de los Animales para mostrar su perplejidad y preocupación al conocer por la prensa que esta Dirección General prepara una nueva ley que entre otras materias pretende la reconversión de los zoos. 

En pleno siglo XXI, y en un estado de la Unión Europea donde se propugnan normas de gobernanza que maximizan la transparencia y la participación de los administrados y los sectores profesionales en las normas y regulaciones, sorprende mucho que la organización que representa al sector zoológico en España tenga que enterarse por la prensa de una norma que afecta directamente al sector.. 

Las circunstancias que han precedido a la publicación en los medios de los contenidos de la futura ley, así como su presentación en un encuentro solo con entidades de protección animal, al que ni siquiera se invitó a participar a los sectores afectados, son extraordinariamente anómalas y contrarias a las normas de transparencia, buen gobierno y rendición de cuentas a las que las administraciones públicas están sujetas.

La información que hemos recabado de nuestros asociados nos hace pensar que en la elaboración del borrador de la futura ley de Bienestar Animal, no solamente no se ha consultado a nuestra asociación, sino que tampoco se han tenido en consideración a las administraciones autonómicas competentes en la conservación de la biodiversidad y bienestar animal. Ni siquiera tenemos constancia de que hayan participado los colegios veterinarios que representan los únicos técnicos a los que la ley otorga competencias profesionales en bienestar animal , ni que tampoco se haya consultado a organizaciones del ámbito académico con conocimiento científico y experiencia en bienestar animal de animales de zoos como las Universidades.

Por ello AIZA ha requerido a la Dirección General de Derechos de los Animales disponer del contenido del expediente de tramitación del borrador del Decreto Ley anunciado en prensa.

Al mismo tiempo AIZA ha reiterado su total disposición a colaborar en el desarrollo de la normativa de Bienestar Animal, al menos en lo referente a especies exóticas y silvestres, tal como hizo ya en diciembre de 2020, cuando solicitó formar parte del grupo de trabajo que desarrollaría la futura ley sin obtener respuesta alguna por parte de la Dirección General de Derechos de los Animales.